O que significa a palavra carro na Bíblia?


CARRO según la Biblia: (a) Vehículo de dos ruedas de diversas formas, tirado por caballos (2 S. 8:4), empleado con fines bélicos (Éx. 14:9; 1 S. 15:1; 1 R. 1:5); por los dignatarios(Gn. 41:43; 2 S. 15:1; 1 R. 1:5); para fines privados (Gn. 46:29; 2 R. 5:9; Hch. 8:28).



Esta palabra castellana puede designar dos vehículos muy diferentes entre sí:

(a) Vehículo de dos ruedas de diversas formas, tirado por caballos (2 S. 8:4), empleado con fines bélicos (Éx. 14:9; 1 S. 15:1; 1 R. 1:5); por los dignatarios(Gn. 41:43; 2 S. 15:1; 1 R. 1:5); para fines privados (Gn. 46:29; 2 R. 5:9; Hch. 8:28).

El piso del carro que estaba abierto por atrás se apoyaba directamente sobre el eje de las ruedas, sin muelles.

Las ruedas no eran de burda fabricación; frecuentemente eran metálicas, y tenían llantas, radios y cubo. Los carros no eran adecuados para el accidentado terreno de Palestina, donde se empleaban poco, pero los cananeos de la llanura los empleaban mucho (Jos. 17:16; Jue. 4:3), como también los egipcios (Is. 31:1); en Etiopía (2 Cr. 16:8), en Siria (2 R. 5:9), los heteos (2 R. 7:6) y los asirios (Nah. 2:4, 5; 3:2).

Los carros de guerra tenían generalmente un conductor (2 Cr. 18:33) y en ocasiones un escudero ademas del combatiente. Un tercer ocupante, posiblemente el caballerizo, se encontraba en el carro hebreo (2 R. 9:25).

Este carro de guerra era en ocasiones de hierro o chapado de hierro (Jos. 17:16, 18; Jue. 1:19; 4:3). Los persas herraban unas proyecciones de los ejes y en ocasiones del piso.

Bajo los seleucidas se abatieron sobre Palestina terribles carros de este tipo (2 Mac. 13:2). Es posible que en Ap. 18:13 se trate de vehículos de 4 ruedas.

(b) El vehículo empleado en tiempos de paz era diferente del carro de guerra. Era de madera (1 S. 6:14), cubierto o descubierto; en Nm. 7:3 el término hebreo designa un carro de 4 ruedas tirado por bueyes (Nm. 7:7; 2 S. 6:6), o por vacas (1 S. 6:7); sin embargo parece que en ocasiones se usaban caballos para tirar carros de trillar (Is. 28:28) en lugar de trillar con palos (Is. 28:27); este carro servía en ocasiones para transportar mercancías (2 S. 6:3), para el transporte de cereales (Am. 2:13) y para el transporte de personas (cp Gn. 45:19).

En Egipto el carro tenía dos ruedas macizas como las que se siguen empleando en el Asia Menor occidental. En los bajorrelieves asirios figuran carros asiáticos; tienen 2 ruedas de 4, 6, 8 radios cada una, y son tirados por bueyes, mulas, o por dos hombres.

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O que significa a palavra carro na Bíblia?

2018-11-20 2018-11-20


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v. Caballo
Gen 45:19 tomaos de la tierra de Egipto c para
Exo 14:25 quitó las ruedas de sus c, y los .. trastornó
Num 7:3 trajeron .. seis c cubiertos y doce bueyes
Jdg 1:19 que habitaban en los llanos .. tenían c
1Sa 6:7 haced .. ahora un c nuevo, y tomad dos
2Sa 6:3 pusieron el arca de .. sobre un c nuevo
2Ki 2:11 un c de fuego con .. apartó a los dos
2Ki 2:12; 13:14


Carro (heb. agâlâh [del egip. g3rt]; rekeb [Eze 23: 24; etc.]; merkâbâh; merkâb; hôtsen; etc.; gr. hárma; rhéd’ [de origen gaélico o celta, introducido al gr. por medio del lat.]). En contraste con el carro liviano que se usaba en la guerra y serví­a para el traslado dignatarios en ocasiones especiales, el carro común era un vehí­culo empleado en ocupaciones pací­ficas y para propósitos domésticos. Estaba hecho de madera (1Sa 6:14), y en la mayorí­a de los casos tení­a 2 ruedas, como muestran las pinturas antiguas. El carro tirado por una vaca que usaron los filisteos para transportar el arca (vs 7-14) posiblemente era como el que se ve en los muros del templo de Ramsés III en Medinet Habu, Aparece tirado por bueyes, y consiste en una rústica caja de madera unida a un eje que tiene en sus extremos 2 ruedas de madera maciza. Es muy probable que los que José envió a su padre para la mudanza a Egipto eran también carros de 2 ruedas (Gen 45:19, 21, 27; 46:5). Seis carros cubiertos, cada uno tirado por 2 bueyes, se usaron en el desierto para transportar el tabernáculo (Num 7:3-8). Un carro que lleva a una mujer hebrea cautiva fue grabado en un relieve asirio en piedra que ilustra la conquista de Laquis por Senaquerib. Tiene 2 ruedas de 8 rayos cada una y es tirado por bueyes. El carro sobre el cual trasportó David el arca hasta Jerusalén (2Sa 6:3; 1Ch 13:7) fue probablemente como el del relieve de Laquis. La carreta de Isa 28:28 sugiere que en Judá a veces los carros eran tirados por caballos y usados para trillar en lugar de los trineos corrientes. En Amo 2:13 se menciona el uso de carros para levantar la cosecha de granos. Véase Carro de guerra. Carro de guerra. Vehí­culo de guerra que, junto con los caballos, fue introducido en Canaán y Egipto por los hicsos. Era liviano, de 2 ruedas, tirado por 2 caballos. En los primeros tiempos las ruedas tení­an 4 rayos, más tarde 6, y finalmente 8. La caja del carro se construí­a de material liviano, a veces cubierta con metal, y se poní­a sobre el eje (cf Jos 17:16, 18; figs 67, 115, 291, 312). Las figuras de los carros egipcios siempre muestran 2 ocupantes -un conductor y un guerrero-, pero los asirios y los hititas con frecuencia tení­an un 3er, hombre que llevaba un escudo. Los carros hebreos también habrí­an tenido 3 ocupantes, como probablemente lo indica el heb. shalîsh, literalmente “el tercero [en el carro]” (2Ki 9:25, DHH; etc.). La 1ª mención de ellos en el AT aparece en el relato de José (Gen 41:43). Como él estuvo muy probablemente en Egipto durante el perí­odo de los hicsos, la referencia a esos rodados estarí­a en completa armoní­a con los hechos históricos. 115. Carro del rey Tutankamón exhibido en el Museo de El Cairo. Cuando los israelitas entraron en Canaán, encontraron que los cananeos tení­an carros (Jos 17:16, 18; Jdg 1:19; 4:3). No fue hasta el tiempo de Salomón Cuando formaron parte del equipo militar corriente de los hebreos (1Ki 1:5; 10:26, 29). Fueron tan populares que 215 un siglo después de Salomón, Acab tení­a más carros que ninguno de sus aliados que participaron de la batalla de Qarqar contra Salmanasar III. En realidad, sus 2.000 unidades eran más que el total de los que suministraron los otros reyes juntos. Además de los carros de los israelitas, la Biblia menciona carros de los egipcios (ls. 31:1), los etí­opes (2Ch 16:8), los sirios (2Ki 5:9), los hititas (7:6) y los asirios (Nah 2:3, 4; 3:2). La palabra traducida “carros” en Rev 18:13 describe vehí­culos de 4 ruedas y se deberí­a traducir como carretas, a menos que el escritor estuviera pensando en los carros de la antigua Babilonia. Bib.: AWBL, pp 74, 75, 86-90, 284-287, 297-302; ANET 278, 279.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(heb., rekhev y derivados, de una raí­z que significa montar y cabalgar). Un vehí­culo de dos ruedas tirado por dos caballos, que se menciona frecuentemente en la Escritura (Gen 41:43; Gen 50:9; Exo 14:7—Exo 15:19; 1Sa 13:5; 2Sa 8:4; 1Ki 1:5; 1Ki 9:19; 1Ki 10:28-29). Ambos reinos divididos usaban carros en la guerra (1Ki 16:9; 1Ki 22:34; 2Ki 23:30). Elí­as fue honrado al ser escoltado al cielo por un carro de fuego (2Ki 2:11) y su manera de irse se convirtió en un proverbio (2Ki 2:12; 2Ki 13:14). A Dios se le representa como teniendo miles de carros, mostrando su poder (Psa 68:17). Confiar en carros es vano comparado con la confianza en Dios (Psa 20:7).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Vehí­culo de tracción animal. Se hací­an de diversas formas para muchos usos, pero la mayor cantidad de referencias en la Biblia es a aquellos que tení­an fines militares ( †¢Armadura y armas). Los patriarcas no usaron c., que aparecen mencionados por primera vez en la historia de José (Gen 41:43; Gen 45:19; Gen 46:29). Se sabe que fue un pueblo llamado los hicsos quienes introdujeron en Egipto el uso de la rueda. Por tanto, la mencionada historia debe colocarse en tiempos de la dominación de dicho pueblo, o después.

El c. para fines civiles era de madera, halado por caballos o por bueyes. Podí­a tener dos o cuatro ruedas y su uso era mayormente para carga. Se sabe que en la peregrinación por el desierto los israelitas tení­an c., porque †œlos prí­ncipes de Israel … trajeron sus ofrendas delante de Jehovᆝ en †œseis c.†, los cuales Moisés entregó a los levitas para uso en su ministerio (Num 7:2-8). Los filisteos, para devolver el †¢arca a los israelitas, la pusieron sobre un c. al cual uncieron dos vacas (1Sa 6:1-10). En el primer intento de traslado de dicha arca a Jerusalén, la pusieron sobre †œun carro nuevo†, halado por bueyes (2Sa 6:1-7). Durante la cosecha, las gavillas eran cargadas en un c., de donde sale la expresión de Amo 2:13 (†œ…yo os apretaré en vuestro lugar; como se aprieta el c. lleno de gavillas†). El profeta Isaí­as habló de que †œJehová vendrá con fuego, y sus c. como torbellino, para descargar su ira con furor† (Isa 66:15). La idea de fuego y torbellino se relacionan a veces con una manifestación gloriosa de la presencia de Dios. En la ascensión de Elí­as, †œun c. de fuego con caballos de fuego† lo separó de Eliseo y el profeta †œsubió al cielo en un torbellino† (2Re 2:11). En la descripción de †œla visión de la semejanza de la gloria de Jehovᆝ que tuvo Ezequiel se incluyen las ideas de †œviento tempestuoso … nube … fuego envolvente … resplandor … relámpagos….† y también de cuatro †œruedas† (Eze 1:1-28). En esta visión Dios aparece en su trono. Como en el Sal 99:1 Dios aparece †œsentado sobre los querubines†, en la interpretación bí­blica de los judí­os se pensaba que los querubines eran †œel c. de Dios† y †œel trono de Dios†. El Sal 18:10 dice que él †œcabalgó sobre un querubí­n, y voló; voló sobre las alas del viento†. Esta idea se repite exactamente en el 2Sa 22:11.
uso de la figura del c. en la profecí­a lo hace Zacarí­as, que recibió una visión sobre cuatro c., que †œson los cuatro vientos de los cielos† (Zac 6:1-8), que la mayorí­a interpretan como una alusión a la acción del Espí­ritu Santo, en el caso de la visión de este profeta, que se moví­a en la ejecución de juicios divinos. La imagen de †œlos cuatro vientos† es usada también en Apo 7:1-3.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, UTEN EJER

vet, Esta palabra castellana puede designar dos vehí­culos muy diferentes entre sí­: (a) Vehí­culo de dos ruedas de diversas formas, tirado por caballos (2 S. 8:4), empleado con fines bélicos (Ex. 14:9; 1 S. 15:1; 1 R. 1:5); por los dignatarios(Gn. 41:43; 2 S. 15:1; 1 R. 1:5); para fines privados (Gn. 46:29; 2 R. 5:9; Hch. 8:28). El piso del carro que estaba abierto por atrás se apoyaba directamente sobre el eje de las ruedas, sin muelles. Las ruedas no eran de burda fabricación; frecuentemente eran metálicas, y tení­an llantas, radios y cubo. Los carros no eran adecuados para el accidentado terreno de Palestina, donde se empleaban poco, pero los cananeos de la llanura los empleaban mucho (Jos. 17:16; Jue. 4:3), como también los egipcios (Is. 31:1); en Etiopí­a (2 Cr. 16:8), en Siria (2 R. 5:9), los heteos (2 R. 7:6) y los asirios (Nah. 2:4, 5; 3:2). Los carros de guerra tení­an generalmente un conductor (2 Cr. 18:33) y en ocasiones un escudero ademas del combatiente. Un tercer ocupante, posiblemente el caballerizo, se encontraba en el carro hebreo (2 R. 9:25). Este carro de guerra era en ocasiones de hierro o chapado de hierro (Jos. 17:16, 18; Jue. 1:19; 4:3). Los persas herraban unas proyecciones de los ejes y en ocasiones del piso. Bajo los seleucidas se abatieron sobre Palestina terribles carros de este tipo (2 Mac. 13:2). Es posible que en Ap. 18:13 se trate de vehí­culos de 4 ruedas. (b) El vehí­culo empleado en tiempos de paz era diferente del carro de guerra. Era de madera (1 S. 6:14), cubierto o descubierto; en Nm. 7:3 el término hebreo designa un carro de 4 ruedas tirado por bueyes (Nm. 7:7; 2 S. 6:6), o por vacas (1 S. 6:7); sin embargo parece que en ocasiones se usaban caballos para tirar carros de trillar (Is. 28:28) en lugar de trillar con palos (Is. 28:27); este carro serví­a en ocasiones para transportar mercancí­as (2 S. 6:3), para el transporte de cereales (Am. 2:13) y para el transporte de personas (cp Gn. 45:19). En Egipto el carro tení­a dos ruedas macizas como las que se siguen empleando en el Asia Menor occidental. En los bajorrelieves asirios figuran carros asiáticos; tienen 2 ruedas de 4, 6, 8 radios cada una, y son tirados por bueyes, mulas, o por dos hombres.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Vehí­culo de dos ruedas tirado por caballos, concebido sobre todo para el frente más bien que para el traslado de tropas detrás de las lí­neas de batalla. Los cuatro términos hebreos que hacen referencia al †œcarro† (mer·káv, 1Re 4:26; mer·ka·váh, Gé 41:43; ré·kjev, 1Re 1:5; rekjúv, Sl 104:3) vienen del verbo raí­z ra·kjáv, que significa †œcabalgar; montar†. (Gé 24:61; 1Sa 25:42; 1Re 18:45.) El término griego es hár·ma. (Hch 8:28.) El carro suministraba un medio de transporte rápido en el combate, daba a los soldados una plataforma móvil desde la que disparar y causaba un impacto psicológico cuando cargaba sobre la infanterí­a. En monumentos antiguos aparecen representados carros de abundantes y variados diseños, lo que deja constancia tanto de su antigüedad como de su extendido uso.
El carro consistí­a básicamente en una plataforma montada sobre un solo eje. Los laterales de la caja llegaban a la altura del muslo del ocupante. Estaba cerrado por delante y por los lados, mientras que la parte trasera quedaba libre para una rápida y fácil entrada. Iba tirado por caballos uncidos a un yugo de madera que se sujetaba a la lanza del carro por medio de correas. Solí­a estar equipado con aljabas, estuches para arcos, escudos y lanzas. Las hoces de hierro que a veces salí­an de los cubos de las ruedas suponí­an otra amenaza para los soldados de a pie. (Jos 17:16, 18; Jue 1:19.) Cuando en el carro iba un solo combatiente, este sostení­a las riendas alrededor de la cintura o de las caderas a fin de tener las manos libres para las armas. Los carros más grandes y más pesados —con varias parejas de caballos— acomodaban de dos a cuatro combatientes: un conductor, uno o dos guerreros y quizás un escudero. (Ex 14:7, nota.)
Con el transcurso del tiempo se mejoraron aspectos tan importantes como la velocidad, la manejabilidad y la estabilidad. Por ejemplo: con el traslado del eje hacia la parte posterior se consiguió mayor manejabilidad y estabilidad. Reemplazando las ruedas sólidas por ruedas con radios se aligeró el peso y se aumentó la velocidad. (1Re 7:33.) La rueda de seis radios llegó a ser la más común, aunque algunas contaban con cuatro, ocho o más. El usar maderas de poco peso —con solo las guarniciones de cuero, bronce o hierro— permitió que los carros fuesen lo suficientemente ligeros como para que uno o dos hombres pudieran llevarlos a cuestas por terreno accidentado o cuando vadeaban riachuelos.
Los carros de guerra formaban parte del equipo militar de muchas de las naciones paganas que se opusieron a Israel. En 1513 a. E.C., Jehová destruyó en el mar Rojo la fuerza militar de Faraón, que contaba con 600 carros de guerra especiales †œy todos los demás carros de Egipto†. (Ex 14:6, 7; 15:4, 19; Jos 24:6.) Cuando los israelitas conquistaron la Tierra Prometida, pusieron en fuga al enemigo y quemaron muchos de los carros que capturaron. (Jos 11:4-9.) Jabí­n, el rey de Canaán, mantuvo en esclavitud a los israelitas durante veinte años, hasta que Jehová inmovilizó y destruyó en el valle torrencial de Cisón los 900 carros de Sí­sara equipados con hoces de hierro. (Jue 4:2, 3, 13, 15, 16; 5:28.) Durante el perí­odo de la monarquí­a israelita, en un momento u otro, los filisteos, egipcios, etí­opes, sirios, asirios y babilonios batallaron contra Israel con numerosos carros de guerra, en una ocasión tantos como 32.000. (1Sa 13:5; 2Sa 1:6; 1Cr 19:6, 7, 18; 2Cr 12:2, 3; 14:9; 16:8; Isa 37:21, 24.) Cuando los profetas vaticinaron calamidades venideras, en ocasiones hicieron mención de los carros de los que estas naciones se enorgullecí­an. (Jer 50:37; 51:21; Miq 5:10, 15.)
Los lugares más llanos, como las llanuras de Filistea y el amplio valle de Jezreel, eran más indicados para utilizar los carros que las regiones montañosas. En una ocasión los sirios se jactaron de que sus carros vencerí­an a Israel si podí­an sacarle de las montañas y pelear en tierra llana, pues pensaban que †œel Dios de ellos [era] un Dios de montañas†. Sin embargo, la gran derrota que sufrieron demostró que Jehová es también †œun Dios de llanuras bajas†. (1Re 20:23-30.)
Hasta el tiempo de Salomón no se formó en Israel ninguna fuerza nacional de carros importante, en gran medida debido a la advertencia de Dios de que el rey no acumulara caballos como si la seguridad de la nación dependiera de ellos. Este mandato limitó el número de carros de Israel, ya que estos vehí­culos eran tirados por caballos. (Dt 17:16.) Sin embargo, cuando Samuel advirtió al pueblo de las cargas que los reyes humanos colocarí­an sobre ellos, les dijo: †œA los hijos de ustedes los tomará y los pondrá como suyos en sus carros†. (1Sa 8:11.) Cuando intentaron usurpar el reino, tanto Absalón como Adoní­as mandaron hacerse un carro y pusieron a cincuenta hombres que corriesen delante de él. (2Sa 15:1; 1Re 1:5.) Después que David derrotó al rey de Zobá, conservó †œcien caballos de carro†. (2Sa 8:3, 4; 10:18.)
Cuando el rey Salomón amplió el ejército de Israel, elevó a 1.400 el número de carros. (1Re 10:26, 29; 2Cr 1:14, 17.) Además de Jerusalén, habí­a otras poblaciones conocidas como ciudades de los carros, preparadas para el cuidado de todo este material bélico mecanizado. (1Re 9:19, 22; 2Cr 8:6, 9; 9:25.)
Después de la muerte de Salomón, los carros llegaron a ser comunes tanto en el reino septentrional como en el meridional. El que en el reino norteño hubiese un †œjefe de la mitad de los carros† indica que existí­an dos divisiones principales de carros. (1Re 16:9.) Se decí­a del rey Jehú que conducí­a su carro †œcon locura†. (2Re 9:20.) A varios reyes de Judá e Israel, a saber, Acab, Jehoram, Ocozí­as y Josí­as, se les hirió de muerte en sus carros. (1Re 22:34-38; 2Re 9:21, 24, 27; 2Cr 18:33, 34; 35:23, 24.)
El profeta Isaí­as declaró a la nación rebelde de Israel: †œÂ¡Ay de los que bajan a Egipto por auxilio, los que se apoyan en simples caballos, y que cifran su confianza en carros de guerra, porque son numerosos, y en corceles, porque son muy poderosos, pero que no han mirado al Santo de Israel y no han buscado a Jehová mismo!†. (Isa 31:1.)
El carro era fundamentalmente un instrumento bélico, aunque también se usaba para la caza de animales salvajes. En ocasiones se utilizaba para propósitos pací­ficos. José, como administrador de alimentos de Egipto, iba en un carro de honor, que solo era menos importante que el de Faraón. Cuando su padre Jacob llegó a Egipto, José salió a su encuentro montado en el carro. (Gé 41:43; 46:29.) Asimismo, hubo muchos carros en la procesión funeral que llevó los restos mortales de Jacob desde Egipto hasta Macpelá, el lugar de entierro que Abrahán habí­a comprado. (Gé 50:7-14.) Los reyes Rehoboam y Acab, Naamán, el jefe del ejército sirio, y el oficial etí­ope que invitó al evangelizador Felipe a subir con él en el camino que llevaba a Gaza, emplearon los carros como medio de transporte. (1Re 12:18; 18:44, 45; 2Re 5:21, 26; Hch 8:28-31, 38.) A los gobernantes victoriosos se les llevaba en procesiones en carros cubiertos lujosamente decorados. Por otra parte, los gobernantes apóstatas de Judá dedicaron a la adoración del Sol los carros sagrados y los caballos que tiraban de ellos. (2Re 23:11.)

Uso figurado. En sentido figurado y profético, los carros son sí­mbolos de guerra, tal como el arco y la espada. (Isa 21:7, 9; Zac 9:10.) Se dice que †œlos carros de guerra de Dios se cuentan por decenas de millares, millares repetidas veces†, lo que denota el poder invencible de Dios para destruir a sus enemigos. (Sl 68:17; 2Re 6:17.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

1. jarma (arma) (arma, 716), relacionado con ararisko, unir. Denota un carro de guerra con dos ruedas (Act 8:28,29,38; Rev 9:9).¶ 2. rede (rJedh, 4480), carromato o carreta con cuatro ruedas, usado principalmente en viajes (Rev 18:13).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

I. En el antiguo Cercano Oriente

Para la guerra y actos ceremoniales en el S de Mesopotamia se utilizaban en el 3º milenio a.C. vehículos con pesadas ruedas tirados por asnos, como lo demuestran los descubrimientos en Ur, Kis, y Tell Agrab. El verdadero carro, sin embargo, de construcción ligera y tirado por caballos, por ser más veloces, no apareció hasta el 2º milenio. Es probable que el caballo (* Animales de la Biblia) fuera introducido por los pueblos de la estepa meridional de Rusia, que precipitaron muchos movimientos migratorios en el 2º milenio, y la posibilidad de que el término que designa el caballo en muchas de las lenguas del antiguo Cercano Oriente, incluyendo el heb. (sûs), derivara de un idioma indoeuropeo, sugiere que estos pueblos tuvieron un papel importante en su introducción. En las inscripciones cuneiformes “caballo” comúnmente aparece escrito con un logograma que significa “asno foráneo”, pero la escritura fonética (sisû), que también aparece, se comprueba por primera vez (lo que resulta muy significativo) en las tablillas del ss. XIX descubiertos en Kültepe en Asia Menor, lo que indica quizás la influencia lingüística de los antecesores de los nómadas septentrionales, que poco tiempo después entraron en el Cercano Oriente en gran número. Quizás como resultado de estos primeros contactos, los pueblos del N idearon el carro de guerra ligero tirado por caballos, y cuando en la primera mitad del milenio entraron nuevos pueblos en el mundo antiguo, los hititas en Anatolia, los casitas en Mesopotamia, y los hicsos en Siropalestina y Egipto, este tipo de carro entró con ellos.

El carácter extranjero del carro se evidencia por el hecho de que en muchos de los idiomas sem. del mundo antiguo el término correspondiente a carro se formó de la raíz rkb, ‘cabalgar’, lo que dio, por ejemplo, en ac. narkabtu, en ugarítico mrkbt, en heb. merkāḇâ, y esta forma se adoptó incluso en el nuevo imperio egipcio (mrkb. t). En la segunda mitad del milenio, una clase social cuyos miembros eran conocidos como maryanu aparece en Alalak, Ugarit, en las cartas de Amarna, y en el nuevo imperio egipcio. Este vocablo indicaba un individuo de considerable rango, caracterizado particularmente por la posesión de un carro o carreta, y en muchos casos la mejor traducción parece ser “guerrero con carro”. Generalmente se considera que la voz es de origen indoeuropeo (aunque algunos sostienen una derivación hurrita), lo que ilustra aun más el medio ambiente reinante en la época de su introducción en el Cercano Oriente. Esto se ve reforzado todavía más por el tratado sobre el entrenamiento de caballos, escrito por un tal Kikkuli de Mitanni, que se encontró en los archivos cuneiformes de Bogazkoy (* Hititas). Esta obra, escrita en hurrita, contiene una cantidad de términos técnicos que son evidentemente indoeuropeos, el grupo lingüístico de los gobernantes de Mitanni, quienes estaban entre los recién llegados que disponían de caballos y carros en el 2º milenio.

Ya en la segunda mitad del 2º milenio las dos grandes potencias, los hititas y los egipcios, estaban equipados con carros tirados por caballos, como indudablemente lo estaban también muchas de las pequeñas ciudades-estados arameas y cananeas de Siropalestina, y fue en este ambiente en el que se encontraron los israelitas cuando conquistaron Palestina. En el 1º milenio los asirios perfeccionaron este vehículo como la base de una de sus principales armas, e indudablemente se convirtió en un elemento esencial de la guerra en las llanuras.

En general, el carro era de construcción muy ligera, con un extenso empleo de la madera y el cuero, y sólo las guarniciones necesarias eran de hierro o bronce. Este carruaje generalmente era abierto en la parte posterior, y los dispositivos para los escudos, como también los receptáculos para las lanzas y el equipo de los arqueros, estaban colocados en la parte exterior de los paneles frontales o laterales. Las ruedas generalmente tenían seis rayos, aunque ocasionalmente eran de cuatro, mientras que algunos de los carros asirios posteriores tenían ocho. Habitualmente las ruedas llegaban a la altura de la cintura de un hombre, pero en un bajo relieve de Asurbanipal se puede observar un vehículo con ruedas de ocho rayos de la altura de un hombre, con una llanta, probablemente de hierro, tachonada de clavos. La práctica de fijar guadañas a las ruedas posiblemente no se introdujo hasta la época de los persas. Generalmente eran tirados por dos caballos—aunque en la época de Asurnasirpal II los asirios colocaban un tercer caballo que iba al lado como reserva, práctica que posteriormente se abandonó—uncidos a cada lado de la vara, que se curvaba hacia arriba desde el nivel del piso del carro. El yugo, que se empleaba para los bueyes, no era adecuado para los caballos, pero la collera, más práctica para estos animales, comenzó a usarse ya avanzada la era cristiana.

La dotación variaba entre dos y cuatro hombres. Los egipcios preferían dos, un carretero y un guerrero, pero los asirios agregaron el šalšu rakbu, tercer ocupante’, que manipulaba un escudo para proteger a los otros. Este era el número más usual, y también fue empleado por los hititas, pero en la época de Asurbanipal a veces se incluía un cuarto hombre en los vehículos asirios.

Resulta obvio que el carro prestaba su mejor servicio en las campañas en terreno llano, y podía resultar desventajoso en terreno irregular, como puede verse en los portones de bronce de Salmanasar III, que muestran las dificultades con que se tropezó en una campaña a las fuentes del Tigris.

II. En el Antiguo Testamento

Junto con los otros pueblos de habla semítica de la antigüedad, los hebreos principalmente describieron los carros por medio de derivados de rkb. La forma más común, utilizada más de 100 veces, es reēeḇ; merkaḇâ se emplea alrededor de 44 veces; y riēbâ (Ez. 27.20) y reēûḇ (Sal. 104.3, °vrv2 “carroza”) una vez cada una. La palabra merkāḇ, aunque se emplea como carro en 1 R. 4.26, parece tener más el significado de “silla de montar” en Lv. 15.9 (°vrv2 “montura”) y en Cnt. 3.10 (“asiento” °vrv2; °vrv1 “cielo”). Tamb. de rkb se formó rakkāḇ, “cochero”, que es la forma que se utiliza en 1 R. 22.34; 2 R. 9.17 (“jinete” debido a “caballo” en vv. 18–19, °vrv1, pero puede haber sido un “cochero” a caballo); y 2 Cr. 18.33. De los términos no derivados de rkb, es probable que el más común, ˓aḡālâ, generalmente signifique *carreta, aunque en una frase poética en el Sal. 46.9 parece significar carro. En Ez. 23.24 se habla sobre una invasión de guerreros que “vendrán contra ti hōṣen reēeḇ …” donde hōṣen es un hapaxlegómeno de significado incierto. °vrv2 traduce estos términos como “carros, carretas”. °vm tiene “armas, carros de guerra y carretas”; °vp “gran número de carros”; °bj “desde el norte, con carros y carretas”. La trad. de reēeḇ como carros en lugar de carretas es preferible. Un hapaxlegómeno más, ˒appiryôn en Cnt. 3.9, se trad. “carroza” en °vrv2, pero es posible que pueda significar “palanquín” o “litera”, quizás como préstamo del iranio.

Como sería de esperar, todas las referencias a carros en el Pentateuco se relacionan con los egipcios. En su elevación de rango, José llegó a ser poseedor de uno (Gn. 41.43; 46.29; 50.9), y los israelitas que huían fueron perseguidos con ellos (Ex. 14; cf. Ex. 15.4, 19; Dt. 11.4). La única excepción es Dt. 20.1, y esto hace referencia anticipada a las cosas que encontrarían durante la conquista. Si bien desde el punto de vista militar los carros tuvieron poco uso en las zonas montañosas, y pareciera que los israelitas que no tenían estos vehículos, tomaron primero esta parte del país, los “carros herrados” (e. d. con guarniciones de hierro) de los cananeos de las llanuras (Jos. 17.16; Jue. 1.19) y de los filisteos de la costa (1 S. 13.5), representaban un arma más formidable. Las excavaciones en Hazor han puesto de manifiesto el gran número de carros que podían mantenerse en una ciudad en este período (véase Jos. 11 y Jue. 4–5). Los carros se consideraban símbolos del esplendor terrenal del rey (cf. 1 S. 8.11), pero aunque David guardó 100 caballos de tiro capturados en el transcurso de una batalla (2 S. 8.4; cf. tamb. 2 S. 15.1), sólo en la época de Salomón se los incorporó a las fuerzas israelitas como una de las armas principales. En esta época los mejores caballos se criaban en Cilicia y los mejores carros se fabricaban en Egipto; Salomón se constituyó en intermediario para su comercialización (1 R. 10.28–29). Para su propio ejército estableció “ciudades de los carros” en *Hazor, *Meguido, *Gezer, y Jerusalén, y reorganizó su ejército para incluir 1.400 carros (1 R. 9.15–19; 10.26). En el carro israelita iban tres hombres, el tercero (como en los carros asirios, el šalšu rakbu) llamado el šālı̂š (p. ej. 1 R. 9.22); °vrv2 trad. “capitán”, “príncipe”, “jefe” o “caudillo (de los treinta)”. La división del reino después de la muerte de Salomón se hizo en forma tal que Israel se quedó con la mayor parte de los carros, debido a que Hazor, Meguido, y Gezer estaban todas en su territorio; la mayor parte del territorio de Judá era montañoso y los carros tenían menor aplicación. En Israel, Acab tuvo un gran ejército de carros, como lo demuestra la declaración de Salmanasar III de que llevó 2.000 (léase más bien “200”, que es probablemente lo correcto) carros a la batalla de Carcar (853 a.C.; estela de Kurkh 2.91), y es probable que los establos descubiertos en *Meguido, hasta ahora atribuidos a Salomón, hayan sido realmente de él, mientras que los de Salomón quizá estén todavía sepultados en el montículo. Este gran ejército se redujo por los reveses sufridos en las guerras contra los arameos, y, más aun, se afirma que a Joacaz no le quedaron más de 10 carros (2 R. 13.7). Samaria, como capital del reino, tenía una fuerza de carros, y resulta ilustrativo que cuando la ciudad cayó en manos de Sargón solamente tomó 50 carros (Anales 15), lo que nos da una idea de la declinación de las fuerzas de Israel. Naturalmente que Judá no estuvo del todo desprovista de carros, como lo demuestra el hecho de que Josías evidentemente contaba con dos carros privados en ocasión de la batalla de Meguido (2 Cr. 35.24), pero deben de haber estado limitados a personas de elevado rango.

III. En el Nuevo Testamento

Los carros no figuran mucho en el NT; la referencia más conocida es aquella en la que el eunuco etíope fue evangelizado por Felipe (Hch. 8). La voz gr. que se utiliza allí, harma, el término común para “carro” en Homero, aparece en la LXX generalmente para reēeḇ. En el Apocalipsis se encuentran dos referencias a carros: 9.9 (harma) y 18.13 (rheda).

Bibliografía. °R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 1985; E. Drioton, J. Vandier, Historia de Egipto, 1981; G. Cornfeld, Arqueología de la Biblia, 1980.

I. V. G. Childe, en Singer, Holmyard y Hall (eds.), A History of Technology, 1954, pp. 724–728; S. Piggott, Prehistoric India, 1950, pp. 266–267, 273–281; Lefèvre des Noëttes, L’Attelage, le Cheval de Selle à travers les ages, 1931; O. R. Gurney, The Hittites, 1952, pp. 104–106, 124–125; T. G. E. Powell en Culture and Environment. Essays in Honour of Sir Cyril Fox, 1963, pp. 153–169; C. J. Gadd, The Assyrian Sculptures, 1934, pp. 27–28, 30–35; A. Salonen, Die Landfahrzeuge des Alten Mesopotamien, 1951; Hippologica Accadica, 1955, pp. 11–44.

II. R. de Vaux, Ancient Israel, 1961, pp. 222–225, 535; Y. Yadin, The Art of Warfare in Biblical Lands, 1963, pp. 4–5, 37–40, 74–75, 113, 284–287, 297–302; N. Na’aman, Tel Aviv 3, 1976, pp. 97–102 (carros de Acab).

T.C.M.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

O que são os carros de Deus?

– Os carros de Deus são vinte mil, milhares de milhares; o Senhor está entre eles, ó Sinai, no santuário. Ver Deuteronômio 33: 2 . Os carros de Deus aqui devem significar aqueles carros invisíveis e celestiais, aquela presença de anjos, que nas escrituras é atribuída a Deus. Veja Isaías 66:15 .

Onde está escrito na Bíblia que Uns confiam em carros?

Uns confiam em carros e outros em cavalos, mas nós faremos menção do nome do SENHOR nosso Deus.

Qual foi o profeta que viu carros?

16 E ele disse: Não temas; porque mais são os que estão conosco do que os que estão com eles. 17 E orou Eliseu, e disse: Senhor, peço-te que lhe abras os aolhos, para que veja. E o Senhor abriu os olhos do moço, e ele viu; e eis que o monte estava cheio de cavalos e carros de fogo, em redor de Eliseu.

Como era os carros no Antigo Testamento?

Quando os judeus quiseram, também, ter carros seus, sem dúvida imitaram os modelos egípcios. o carro egípcio constava de uma armação de madeira semicircular com os seus lados direitos, pousando a parte de trás sobre o eixo de duas rodas – tinha um parapeito de madeira ou de marfim, preso à armação por tiras de couro, ...